La escalada comercial se produjo con personajes como “Popeye”, creado para el gobierno norteamericano para paliar la falta de alimentos durante la II Guerra Mundial, que inducía a que los niños pensaran que las espinacas podían darles “poderes especiales” si las comían y que el uso de la violencia era algo razonable, a la vez que proyectaban una representativa imagen femenina sórdida, ineficaz y dependiente, para las niñas, en Oliva; novia del personaje principal de la “tira cómica”.
Como este ejemplo tenemos muchos, pero no son los únicos ataques psíquicos y espirituales que sufre la infancia. La violencia para resolver las cosas es moneda corriente y produce adicción, al punto que muchos infantes tienen problemas para identificar un límite entre la fantasía inducida y su realidad.
La involución que produce la evolución de los gráficos y los medios para trasladar toda esa parafernalia de instrumentos satánicos al seno del hogar no tiene fin. Con la incorporación del “Animé” oriental también se indujo a los niños a involucrarse directamente con la esfera espiritual de maldad, no es que no se lo hacía ya (“Los Pitufos”, “La Bruja Tonta”, “Sailor Moon”, “Las Gárgolas”, “Yasham”, “Srek”, “Los Padrinos Mágicos”, etc.,etc.), sino que ahora se los lleva a hacer invocaciones mas directas y a buscar la amistad con demonios, hacer incorporaciones, recibir y producir transferencias de espíritu entre ellos, aceptar la reencarnación como un hecho y aceptar que se puede tener una vida indistinta al sexo de su cuerpo, como por ejemplo ser varón de día y mujer de noche y viceversa.
Uno de ellos es “Dragón Ball Z” y la competencia por la esferas del “Dragón”, donde un niño extraterrestre con cola de mono y superpoderes combate contra otros en la búsqueda de unas esferas, para que, al reunirlas el dragón le conceda un deseo.
No solo la violencia imperante es observable, sino que hay un anciano llamado “maestro Roshy” quien es un artista marcial y un lascivo al que le gustan las “muchachitas jovencitas”.
Además, a lo largo de los capítulos y temporadas siguientes se hace uso de poderes espirituales a los que se invoca a través de una suerte de “mantras” (que los chicos repiten en sus juegos “de pelea”) y no podía faltar, existe un personaje “chistoso” que “parece malo pero que es bueno” que se llama “Mister Satán”. ¿¡…!?
Hasta aquí se dirá “no hay nada nuevo sobre el horizonte”, sin embargo nada mas errado.
Hace unos años apareció un estilo de dibujitos llamados “Hentai”.
Estas tiras no son nada mas ni nada menos que pornografía dibujada. Es decir relaciones sexuales y cuerpos desnudos en “Dibujitos”, donde se exageran las partes pudendas y se genera una distorsión de la realidad, siendo además las mujeres con cuerpos exuberantes, pero con cara de niñas pequeñas.
De mas está decir que atrás de estas cosas hubo la intención de “preparar el camino” a algo más, y ese “algo más” es (por ahora) el Animé Lolicon.
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